viernes, 26 de octubre de 2012

Solución a 3 típicos problemas de pareja

Existen distintos y variados problemas de parejas con distintos orígenes. Veamos a continuación una descripción de los tres problemas más comunes y de la forma de solucionarlos.

CELOS

El problema de los celos es uno de los más frecuentes, sobre todo en las parejas adolescentes y jóvenes, pero no de manera exclusiva en ellos. Tiene que ver sobre todo con la autoestima de la persona que cede a estos sentimientos, que en realidad tiende a ser baja.
 
Recordemos la frase "En los celos más que amor hay amor propio" y es verdad. La naturaleza insegura de los celosos hace que se consideren incapaces de conservar una persona a su lado sólo con su propio atractivo y personalidad. De manera que tienen que ejercer algún tipo de control sobre la otra persona para evitar que los traicione o deje de amarlos. Este tipo de posesión y de control hace que la relación se desgaste hasta un punto sin retorno. Muchas veces los celos son la misma causa de que los celosos sean abandonados.
 
Solución:
La manera de solucionarlo es sentando las bases de la relación de la confianza. Demostrarle a la persona celosa que no hay mecanismo de control que funcione las veinticuatro horas del día, y que no es el sentirse observado lo que evita el engaño sino el amor. Dialoga mucho con tu pareja.

 


EL DESGASTE DE LA RUTINA


El desgaste de la rutina es patrimonio fundamentalmente de las relaciones largas que comenzaron a temprana edad. Para estas parejas todos los días parecen ser el mismo día. La chispa del amor ha desaparecido. Es muy difícil combatir este problema de pareja porque es precisamente el gran tema de las relaciones, parejas y matrimonios.

Solución:
La única solución es mantener un diálogo permanente con el otro e intentar reinventar la relación todo lo que se puede, por ejemplo cambiando la naturaleza y sitios comunes de salida, los grupos sociales, los temas corrientes de conversación. Como el aspecto físico es el que primero se desgasta, es allí donde se debería trabajar primero, cuidando nuestra imagen y manteniendo siempre ciertos cuidados estéticos aún en la intimidad.
 
Un buen método de renovar la relación es a través de la sorpresa: un viaje inesperado, invitar a tu pareja a un sitio que desconoce sin decirle antes adónde va, ropa interior que se luce de golpe, una cena especial, algún regalo apropiado y sentido. La imaginación es muy importante pues determinará aquello indicado para revivir la pasión y el romance.

EL CONTRASTE DE PERSONALIDADES

Hay sencillamente caracteres o personalidades que no encajan. Por más amor que se tengan existen relaciones que viven o conviven en una guerra continua, en donde los momentos de calma son la excepción. Para estas relaciones la solución aparentemente obligada es romper, y sin embargo esto es fácil de decir, y muy difícil de hacer. Es más, una y otra vez estas parejas intentan alejarse pero vuelven a recaer porque no pueden estar el uno sin el otro.

Solución:
En este escenario la solución depende de un buen diálogo a fondo, donde no solo estén dispuestos a reestructurar la pareja, sino también donde estén dispuestos a reestructurar sus personalidades, pretensiones, tiempos, exigencias para con el otro. Un cambio tan profundo no es fácil de llevar a cabo, pero tampoco es imposible.
 
Con el tiempo aprenderán cada uno a dominar su carácter y su temperamento y así lograran estabilizar la relación en un contexto más sano y feliz para ambos. Recordar que el diálogo periódico sirve como una actualización de los códigos, formas de ser, y pactos amorosos, y como una renovación del aire que se respira en los momentos en común.
 

martes, 16 de octubre de 2012

La economía del emparejamiento - Premio Nobel de Economía

El que corta los trozos de la tarta es el último en escoger. Un heredero fija el precio que considera justo, y el otro decide si compra o vende. Son estrategias que contribuyen a que un conjunto de personas tomen decisiones que se acerquen a una idea de justicia, que sean eficaces y que eviten conflictos.

Los dos economistas que se han llevado el premio Nobel este año, Lloyd Shapley y Al Roth, no trabajaron estas pequeñas estrategias, sino el diseño de un modelo que permita, en situaciones muy diversas, facilitar que se encuentren la oferta y la demanda. Es el noveno año en el que se otorga este premio a algún teórico que ha hecho contribuciones a lo que se llama teoría de juegos. Lo cual no muestra otra cosa que las preferencias de la academia sueca.
Lloyd Shapley, junto con otro economista, David Gale, propusieron un algoritmo (entre nosotros: un conjunto de instrucciones) que facilitase el encuentro de los oferentes con las preferencias de los demandantes. Lo llamaron algoritmo de la aceptación pospuesta (deferred acceptance algorithm, si lo quiere buscar en inglés).
Su mecánica no es complicada. Imaginemos a Shapley y Roth observando a un grupo de hombres y mujeres que buscan emparejarse entre sí. Las mujeres que reciban más ofertas que las que puedan aceptar (nuestros castos economistas dicen que una) no se lanzan a escoger su preferencia, sino que la posponen. Y empiezan por rechazar a los primeros que quieren descartar. Éstos, entonces, hacen nuevas peticiones, dentro de las opciones que les quedan, lo que a varios les llevará (la búsqueda de pareja es así de cruel) a nuevos rechazos.
Varios hombres van encontrando a la mujer que más desean dentro de las que les dan su aprobación. Y si alguno queda sin pareja en una primera ronda se hace una segunda, una tercera y las que se tercien. El ejemplo puede ser un poco frívolo, pero se aplica a los portales de búsqueda de pareja.
Gale, cuya salud, que se quebró en 2008, no permitió llevarse el Nobel, y Shapley demostraron en su artículo que este algoritmo lo da una solución en la que un hombre y una mujer preferirían estar juntos antes que con las parejas que han elegido.
Al Roth, un ingeniero que se pasó a la economía sin salir de la teoría de juegos, ha aplicado este algoritmo a la vida real. Por ejemplo, la asignación de plazas de hospital a médicos se empezó a complicar en los años 70 porque aumentaba el número de matrimonios de médicos, que querían encontrar la mejor opción para cada uno de ellos pero dentro de la misma ciudad. También la ha aplicado a la donación de órganos. Hombres o mujeres que donarían un riñón a su pareja, pero que resultan incompatibles. La asignación de plazas de colegios o universidades es otro ámbito al que se ha aplicado.
A eso se le ha llamado diseño de mercados. Los que comparten las mejores ideas sobre la economía desconfían, en primera instancia, de algo que merezca ese nombre. Pero, como decía Henry Hazlitt, hay una planificación pública de la economía, aunque los agentes privados también planifican. Los hallazgos de Lloyd Shapley y Al Roth son un instrumento que puede ser útil al ciudadano para organizar mejor su vida. No necesariamente con la ayuda de la mano muerta del Estado.

Problemas de pareja cuando los hijos NO llegan

Las parejas que tienen problemas para concebir con frecuencia se enfrentan a fuertes depresiones, que en ocasiones llegan a impedir que lleven una vida normal.
Una de cada seis parejas se enfrenta a un problema de infertilidad; tratamientos médicos, naturistas y hasta mágicos se han creado y extendido para atender este problema, pero con frecuencia se olvida que este problema trae para la pareja una gran tristeza y desesperación.


En algunos casos se ha observado que los hombres que sólo empezaron con dificultades hormonales, al adentrase en una fuerte depresión terminan con problemas de impotencia.

"El torbellino emocional de la infertilidad", es como les llama a los sufrimientos de estas parejas Corinne Palatchi, psicóloga del Instituto para el Estudio de la Concepción Humana y responsable de Latinoamérica en materia de salud mental ante la Sociedad Mexicana de Medicina de la Reproducción.
"Desde las parejas que tienen pequeños problemas de obstrucción de vías, hasta las que nacieron sin algún órgano reproductor fundamental como la vagina o los testículos, se ven afectadas psicológicamente, y muchas veces no lo expresan, de ahí la necesidad de crear una atención especializada a estas personas en el terreno interno, además del físico", dijo.
Corinne asegura que el problema comienza cuando las personas piensan que tienen el control sobre su cuerpo, esto, aunado a la presión social que enfrentan los matrimonios para que tengan hijos, son los factores que generan expectativas, las cuales, si no se llegan a cumplir, pueden provocar un fuerte desaliento.
Pero cuando una pareja conoce la noticia de su infertilidad, se presentan varias etapas.
"Primero caen en una crisis de shock y negación, después viene una respuesta a este impacto donde se manifiesta el coraje, la culpa y, en algunos casos, la necesidad de culpabilizar al otro, por último viene el estado de aislamiento ante el mundo, en donde la sensación de incomprensión, enojo, y temor se manifiestan constantemente", explicó la especialista.
Reacción de la mujer
La mujer suele presionarse mucho, ya que la maternidad se concibe como la meta a cumplir en su vida.
"El concebir se plantea como su máxima expresión, esta enfatización ha causado problemas de culpabilidad o en su caso competencia", argumentó Corinne.
La psicóloga comentó que algunas mujeres infértiles que alguna vez tuvieron un aborto, ingirieron drogas o tuvieron relaciones con varias personas, sienten que sus conflictos para poder concebir son un castigo por su pasado.
Estas concepciones, que evidentemente la sociedad fomenta, además de ser completamente erróneas, no ayudan a que las parejas tengan la salud mental necesaria para enfrentarse y combatir su infertilidad, comentó Corinne.
Reacción de los hombres

Los hombres también experimentan sensaciones muy negativas, muchos de ellos ven al acto de concebir como una prueba de virilidad, y se sienten menos al no lograrlo.
"He visto hombres que caen en el alcohol, drogas y que hasta tienen relaciones extra maritales, y todo porque en principio no se enfrentan a la idea de que son infértiles, y en segundo, porque sienten que estas acciones ayudarán a reforzar su masculinidad que, muy equivocadamente, creen devaluada por su problema para procrear", dijo.
De cualquier forma, ambos comportamientos hacen que las relaciones maritales caigan en un círculo vicioso, en el que los reclamos y los llantos sustituyen a la comunicación profunda, que les ayudaría a apoyarse plenamente y compenetrarse.
La experta explicó que es muy común que se altere la vida cotidiana, desde la forma de alimentación y el sueño, hasta las relaciones sexuales y la convivencia con las otras personas.
Sugerencias

Lo primero que una pareja debe de hacer en estos casos es tomar las cosas como una unidad en donde los dos vean por igual su parte en el conflicto, señaló la especialista.
También es conveniente que, si el estado anímico empieza a descender, busquen ayuda especializada.
"El solicitar apoyo emocional nos ayuda a entender nuestras reacciones, a enfrentar los tratamientos médicos, a determinar nuestras prioridades de vida y a examinar opciones de reconstrucción familiar para tomar decisiones sustentadas, de tal forma, nuestra comunicación se verá fortalecida y se disminuirán los malos sentimientos. Lo más importante es lograr que los sentimientos dolorosos no sean los directores de nuestra vida", concluyó.
Fuente: www.terra.es