martes, 27 de septiembre de 2011

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lunes, 26 de septiembre de 2011

Aprobada la Ley Psicología Sanitaria

APROBADA, TRAS AÑOS DE LUCHA, LA LEY QUE RECONOCE AL PSICÓLOGO COMO PROFESIONAL SANITARIO



El jueves 22 de septiembre se producía, en el Pleno del Congreso de los Diputados, con el apoyo de todos los grupos políticos, la aprobación definitiva de la enmienda a la Ley General de Salud Pública que añade una disposición adicional séptima sobre la regulación de la Psicología en el ámbito sanitario, por la cual se crea la profesión sanitaria generalista de psicólogo (denominada Psicólogo General Sanitario).

Desde el mismo momento en que la Ley sea publicada en el BOE (lo que habrá de ocurrir en las próximas semanas), ésta entrará en vigor y la Psicología contará ya con dos tipos de profesionales sanitarios, los especialistas en Psicología Clínica y los Psicólogos Generales Sanitarios.

La Psicología está de enhorabuena, ya que con la ratificación de esta enmienda se da por fin respuesta a una demanda que tanto el Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos, como la Conferencia de Decanos de Facultades de Psicología, han venido formulando desde que quedara excluida de la Ley 44/2003 de Ordenación de las Profesiones Sanitarias (LOPS), hace ya 8 años.

El texto reconoce legalmente al Psicólogo General Sanitario la condición de Profesional Sanitario y establece las competencias profesionales en el área de la salud reservadas específicamente este profesional. Regula, asimismo, las vías de acceso al ejercicio de la profesión, mediante la creación del Título oficial de Máster en Psicología General Sanitaria, cuyos planes de estudio deberán ajustarse a las condiciones generales que establezca específicamente el Gobierno, y al que se accederá una vez adquirido el título de Grado en Psicología (que contará, igualmente, con unos planes de estudio que tendrán que ajustarse a las condiciones generales que establezca el Gobierno).

Conseguido este importantísimo paso, en un momento en que, además, la tendencia se orienta hacia la máxima desregulación profesional, la organización colegial puede ya concentrarse en cuáles serán las posibles vías de homologación como psicólogos generales sanitarios para los profesionales actualmente en ejercicio. Por el momento, se prorroga durante tres años el procedimiento establecido en la disposición adicional sexta de la Ley de Economía Social, que posibilita que los psicólogos que acreditan cumplir unos requisitos específicos puedan realizar actividades sanitarias, inscribir sus consultas de Psicología como centros sanitarios e incorporarse como profesionales a la cartera de servicios de otros centros sanitarios como son, por ejemplo, los centros de reconocimiento de conductores. Además, este plazo de tres años permite continuar con las labores de negociación con la Administración, en aras a alcanzar un acuerdo que dé por concluido este asunto y permita satisfacer, al máximo posible, las necesidades del colectivo.

Consciente de que hay otros asuntos adicionales por concretar, como la necesidad de establecer una carrera profesional sanitaria clara, que garantice un adecuado progreso de formación y competencias desde el Grado o Licenciatura hasta la Especialidad (estableciendo legalmente la obligatoriedad de ser Psicólogo General Sanitario para poder presentarse al examen de Psicólogo Interno Residente –PIR-), el Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos se siente enormemente satisfecho y agradecido por el apoyo recibido desde diferentes ámbitos, colectivos y partidos políticos a lo largo de todos estos años y se alegra de que la intensa labor realizada esté dando frutos.

Para conocer una valoración más detallada sobre esta Ley, realizada por el Presidente del Consejo, Francisco Santolaya, se puede consultar el siguiente enlace:



El texto legislativo aprobado está disponible en:


Preguntas frecuentes sobre la TERAPIA DE PAREJA

 ¿Cuándo hay que acudir a una terapia de pareja?

Cuando la relación empieza a deteriorarse y se piensa seriamente que no se aguanta más y no se ve salida, es el momento de plantearse la posibilidad de que alguien ajeno y profesional pueda echar una mano. La posibilidad de la separación está siempre ahí, pero hay que tener en cuenta que es muy dolorosa, sobre todo cuando hay hijos pequeños.

La terapia de pareja es cosa de dos y normalmente es uno el que da la voz da alarma y el otro, al menos, tiene que estar dispuesto a colaborar. Si no es así, el que ve el problema todavía puede acudir al profesional, que podrá ayudar aunque, lógicamente con menos capacidad de maniobra. El principal problema en el fallo de la terapia de pareja es que se acude al profesional cuando ya no hay solución.

 ¿Ha aumentado el número de parejas que solicita estos servicios? Si es así, ¿a que se debe?

Efectivamente, hay un aumento importante en los últimos años. Entre los factores que influyen está el hecho de que se ha avanzado muy positivamente en la libertad para plantear las quejas en la pareja, y que la terapia de pareja ha demostrado su eficacia en los últimos años y se tiene cada vez más confianza en la labor profesional de los psicólogos.

 ¿Cuáles son los problemas más frecuentes que presentan estas parejas?

El fallo en la comunicación es el más frecuente. Engancharse en discusiones inútiles y destructivas en las que se hace sufrir y se sufre tremendamente sin llegar a ninguna solución. También puede ocurrir lo contrario, no se hablan ni se comunican y la relación va muriendo. La vida laboral frenética que se lleva contribuye tremendamente a ello.

Otro problema frecuente es la falta de aceptación de las peculiaridades del otro. La sociedad nos enseña a luchar por nuestros deseos, y a veces eso se lleva a un extremo en la pareja, mientras que un poco de aceptación del otro nos puede conducir a una mayor felicidad, dándonos cuenta de todos sus valores y no solamente del aspecto que nos gustaría cambiar.

 ¿Cómo se actúa si un miembro de la pareja no colabora? ¿la mujeres suelen ser más colaboradoras y los hombres más reticentes?

A la hora de acudir a la terapia, lo hacen más fácilmente las mujeres, porque tienen una formación mucho mayor para compartir sus sentimientos y emociones y también para pedir ayuda. Sin embargo, una vez iniciada la terapia, cuando se rompen las primeras barreras, el hombre está tan interesado como la mujer, de hecho la dependencia emocional del hombre hacia su pareja suele ser mucho más grande que la de la mujer.

 ¿Cuántas sesiones suelen ser necesarias? ¿Cuánto suele costar una sesión?

La duración de cualquier terapia depende del problema que se presente. Hay que tener en cuenta que la terapia la hacen los pacientes y no el terapeuta y por tanto depende de cada uno de ellos, del cariño que todavía queda entre ellos, etc. A veces basta con un par de sesiones para poner las cosas en su sitio, otras veces es necesaria una terapia más profunda. Las sesiones se suelen desarrollar con entrevistas individuales y luego una conjunta, duran como mínimo hora y media, lo que las hace más costosas que las sesiones individuales.

 ¿Cómo se desarrollan las sesiones? ¿Siempre se hacen con los dos miembros de la pareja o hay sesiones individuales?

La terapia supone que cada uno tiene que hacer cambios en su comportamiento, que es la vía para lograr un progreso interior profundo. El seguimiento y apoyo para esos cambios se hace en sesiones individuales con cada miembro y luego en las sesiones conjuntas se pone en común el avance que se va dando. En ocasiones se da un problema psicológico en alguno de los componentes de la pareja que necesita terapia personal que puede hacer el propio terapeuta u otro psicólogo.

 ¿Se trata sólo de hablar de los problemas o la pareja ha de realizar ejercicios prácticos? ¿Puede dar algún ejemplo?

Los cambios son de comportamiento, por lo tanto no se trata solo de hablar, hay que poner en práctica lo necesario para poder convivir y disfrutar uno del otro. Un ejemplo muy frecuente es enseñar a la pareja cómo discutir, qué se puede decir y cómo, lograr no callarse nada, pero sin hacer daño al otro. Aprender a plantear problemas de forma que se llegue a soluciones y no a discusiones estériles. Esto tiene su técnica y se aprende en las sesiones de terapia y se practica en casa.

 ¿Cuál es la efectividad de este recurso?

Los datos indican que la gran mayoría de las parejas que acuden a terapia, alrededor del 75%,  informan de una mejora en la satisfacción matrimonial. Cuando se llega solamente para que no diga nadie que no se ha probado todo, la efectividad es mucho menor.

martes, 13 de septiembre de 2011

El AMOR es ciego y la LOCURA siempre lo acompaña...maravillosa fábula

Cuentan que una vez se reunieron en un lugar de la Tierra todos
los sentimientos y cualidades de los hombres.
Cuando el aburrimiento había bostezado por tercera vez, la locura, como siempre tan loca, les
propuso algo: "¿Jugamos al escondite?".
La intriga levantó la ceja intrigada
y la curiosidad, sin poder contenerse, preguntó:
"¿Al escondite?
¿Y cómo es eso?"
.
"Es un juego -explicó la locura- en el que yo me
tapo la cara y comienzo a contar desde uno hasta un millón mientras
ustedes se esconden. Y, cuando yo haya terminado de contar, el primero de
ustedes al que encuentre ocupará mi lugar para continuar el juego".
El entusiasmo bailó secundado por la euforia.
La alegría dio tantos
saltos que terminó por convencer a la duda e, incluso a la apatía, a la
que nunca le interesaba nada.
Pero no todos quisieron participar; la
verdad prefirió no esconderse, para qué, si, al final, siempre la
hallaban; y la soberbia opinó que era un juego muy tonto, pero en el
fondo, lo que le molestaba es que la idea no hubiese sido suya.
Y la
cobardía... la cobardía prefirió no arriesgarse.

"Uno, dos, tres...", comenzó a contar la locura.

La primera en esconderse fue la pereza que, como siempre, se dejó
caer en la primera piedra del camino.
La fe subió al cielo y la envidiase escondió tras la sombra del triunfo que con su propio esfuerzo
había logrado subir a la copa del árbol más alto.
La generosidad casi no
alcanzaba a esconderse, cada sitio que hallaba le parecía maravilloso
para alguno de sus amigos: que si un lago cristalino, ideal para la
belleza; que si una rendija de un árbol, perfecto para la timidez; que
si el vuelo de la mariposa, lo mejor para la voluptuosidad; que si
una ráfaga de viento, magnífico para la libertad.
Así que terminó por
ocultarse en un rayito de sol.
El egoísmo, en cambio, encontró un
sitio muy bueno desde el principio; lo encontró ventilado, cómodo... pero
eso sí, sólo para él.
La mentira se escondió en el fondo de los
océanos, ¡mentira! en realidad se escondió detrás del arco iris.
Y la pasión y
el deseo en el centro de los volcanes.
El olvido... ¡se me olvidó dónde
se escondió! pero, bueno, eso no es lo importante.

Cuando la locura contaba 999.999, el amor aún no había encontrado
sitio para esconderse, pues todo se encontraba ocupado, hasta que divisó un rosal y, enternecido, decidió esconderse entre sus flores.

"Un millón" contó la locura, y comenzó a buscar.
La primera en aparecer
fue la pereza, sólo a tres pasos de la piedra.
Después escuchó a la fe
discutiendo con Dios en el cielo sobre teología. Y la pasión y el deseo
los sintió en el vibrar de los volcanes.
En un descuido encontró a la
envidia y, claro, pudo deducir dónde estaba el triunfo.
Al egoísmo no
tuvo ni que buscarlo, él solito salió disparado desde su escondite, que
había resultado ser un nido de avispas.

De tanto caminar sintió sed y, al acercarse al lago, descubrió a
la
belleza.
Y con la duda resultó más fácil todavía, pues la encontró
sentada sobre una cerca sin decidir aún de qué lado esconderse.

Así fue encontrando a todos: la mentira detrás del arco iris, ¡mentira!
si ella estaba en el fondo del océano; y hasta el olvido, al que ya se
le había olvidado que estaba jugando al escondite.
Pero, sólo el
amor no aparecía por ninguna parte.
La locura buscó detrás de cada
árbol, bajo cada rolluelo del planeta, en la cima de las montañas; y,
cuando estaba por darse por vencida, divisó un rosal y sus rosas, y tomó
una horquilla y comenzó a mover sus ramas.
Cuando, de pronto... un
doloroso grito se escuchó, las espinas habían herido en los ojos al
amor.

La locura no sabía qué hacer para disculparse: lloró, rogó, imploró,
pidió perdón y hasta prometió ser su lazarillo.

Desde entonces, desde que por primera vez se jugó al escondite en
la Tierra, el amor es ciego y la locura siempre lo acompaña.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Volver a la rutina...¡Síndrome Postvacacional!

Dolor de cabeza, tensión nerviosa, ansiedad, insomnio, decaimiento y aparente estrés al regreso de un periodo estival son los síntomas del llamado “síndrome postvacacional”. Esta apatía exagerada al regresar a la vida laboral ocurre sobre todo cuando los intervalos de desconexión del trabajo son largos y cuando aumenta la intensidad de la convivencia familiar durante dos o más semanas. Suele afectar a personas de entre 25 y 40 años. El rendimiento de los trabajadores disminuye durante las semanas posteriores a la reincorporación a la vida laboral.

No obstante, los expertos afirman que no es  una enfermedad, y que no se puede hablar propiamente de “síndrome postvacacional”, y mucho menos de
depresión postvacacional”. La vuelta al trabajo después de las vacaciones es, simplemente, una dificultad más de la vida que requiere adaptarse a una realidad que no siempre concuerda con las expectativas.

En cualquier caso, para evitarlo o minimizarlo, los especialistas recomiendan mantener una actitud positiva, dedicar tiempo para el ocio diario, incorporarse a la rutina laboral de forma paulatina, y, en caso de poder hacerlo, dividir las vacaciones en dos.