martes, 28 de febrero de 2012

Las nuevas tecnologías favorecen la comunicación entre las parejas y les permite ser más cariñosas




Un estudio en el que participan  Mireia Fernández y Francesc Núñez,  profesores de la UOC, intenta averiguar cómo usan las parejas la tecnología para relacionarse. El trabajo asegura que los mensajes de texto nos permiten ser más cariñosos y se usan por ser más discretos.




Correos electrónicosWhatsapps
La tecnología inunda nuestras vidas y poco a poco se va acoplando al día a día en todos los ámbitos de relación social, del más general al más íntimo. Pero ¿cómo usan las parejas las nuevas tecnologías?, ¿cambia su uso la relación entre ellas? Estas son algunas de las preguntas que intenta responder desde hace meses un estudio de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC)Mireia Fernández (Barcelona, 1972) es economista y lleva desde el 2003 averiguando cómo cambia en nuestras sociedades llevar tecnología en el bolsillo y es coautora del Mobile Communication and Society publicado por el MIT. También el sociólogo y profesor de Humanidades Francesc Núñez (Tivissa, 1961) quiere conocer para qué usan lasparejas los medios electrónicos. Ambos trabajan en un proyecto al que aún le quedan unos meses de trabajo pero que ya permiten sacar las primeras conclusiones: las nuevas tecnologías favorecen la comunicación entre las parejas y les permite ser más cariñosas. Además, en el uso del teléfono se prioriza la comunicación escrita a la hablada por ser más “discreta”.
¿Las nuevas tecnologías cambian la forma en que se relacionan las parejas? 
Francesc: Aumentan las formas de relación ya existentes y abren nuevos espacios y nuevas maneras de relacionarse. Permiten hacer lo de siempre y hacerlo de manera diferente.
¿Por ejemplo? 

F: La tecnología puede generar un flujo de comunicación más rápido o estilos diferentes porque como el mensaje, la llamada o el correo electrónico te llega al bolsillo puede interrumpir tu normalidad. Genera espacios de intimidad diferentes. Y los tempos de las respuestas también cambian. Ahora puedes responder inmediatamente a una petición o a un problema que quizás hayas tenido en casa.
… 
O puedes hacer efectivo inmediatamente un ataque de cariñitos. Esto antes no era posible porque debías esperar a llegar a casa o a poder llamar por teléfono. Además, estos nuevos tempos también permiten jugar con ellos: por ejemplo responder o no un sms en función de los efectos que se quieran conseguir. 

Mireia: Tenemos más canales y más posibilidades de mantener permanentemente esta conexión con las personas que queremos. Y más allá de las parejas, ahora nos podemos comunicar más a menudo con las personas de nuestro entorno y eso hace que algunas dinámicas cambien las relaciones.
Pero esta mayor comunicación también produce aislamiento. Existe la escena de dos personas comiendo y cada una mirando a su móvil… 

M: Efectivamente la tecnología te puede llevar a ignorar la situación presencial, pero ¿has pensado alguna vez que quizá esa pareja está haciendo alguna cosa junta con aquellos teléfonos que tienen sobre la mesa o con una tercera persona que no está allí? Cuando se empezó a difundir internet se decía que las personas que estaban todo el día conectadas eran más taciturnas, que no eran sociables… Y cuando se hicieron estudios empíricos se halló que eran mucho más sociables. Nos llevamos la vida presencial a la online y las personas que son sociables en el mundo presencial lo son también en internet. Pero es cierto que todos estamos definiendo una norma social, una forma de buen comportamiento con los teléfonos móviles que con cada nueva aplicación tenemos que volver a redefinir.
¿Se usan unos u otros medios de comunicación en función del grado de relación? 

F: En cierto modo sí. A una persona que conoces hace un rato quizás es mejor que le envíes un whatsapp porque puede ver una llamada como una agresión o puede pensar que vas muy rápido.
¿Para qué se usan los mensajes de texto tipo sms o WhatsApp? 

F: Digamos que son más fáciles de usar al principio de una relación. Permiten un gesto de afectividad y de complicidad menos evidente que una llamada y por eso es más fácil usarlo al principio.

M: Ahora esto ha cambiado muchísimo, no usamos las llamadas de voz porque son más indiscretas sino que usamos comunicaciones de texto que son más discretas. 

F: Hay gente, especialmente jóvenes, que dicen aquello de “uy, yo esto si no fuese por whatsapp no se lo habría dicho”. Al principio de una relación para declarar el amor o el enamoramiento se usa mucho. Después también pero para otras cosas.
¿Los mensajes de texto nos permiten ser más cariñosos? 

M: Definitivamente. A ello ayuda la percepción de que los mensajes que escribimos son intrascendentes: no estás escribiendo una carta o una declaración de amor… simplemente es un mensajito. Es este uso enfático con el que dices estas cosas tan tiernas y tan bonitas que no dirás de viva voz, o que la mayoría de gente no diría...
¿Estas nuevas tecnologías favorecen la comunicación entre parejas? 

F: Sí. Gracias a ellas mantienen una relación y se dicen cosas que cara a cara no se dirían o que les costaría más decirse. 

M: Estos nuevos medios de comunicación son instrumentos que pueden mejorar o empeorar diferentes aspectos de nuestra vida dependiendo de cómo los usemos. Y si nos salimos del mundo de las parejas, un teléfono móvil puede servir para salvar vidas y también para activar bombas. Son instrumentos y como tales pueden ser buenos o malos. Seguro que encontraríamos casos de parejas que te dicen que su comunicación mejora y otras que te dicen que empeora…
¿Por ejemplo? 

M: Parejas en las que uno de los miembros bombardea a mensajes y se agobia si tarda cinco minutos en responder.
¿Las nuevas tecnologías sirven para crear más vínculos? 

M: Para consolidarlos. Como son un canal de comunicación diferente, nos permiten jugar diferente. Detrás de un sms o de un mensaje instantáneo tipo WhatsApp donde no dejamos ver nuestro tono de voz ni la cara a veces nos atrevemos a decir cosas que de otra manera no diríamos. Por ejemplo, invitar a salir o a cenar. En un sms o un texto pierdes el lenguaje no verbal y pero ganas en otros matices.
¿Cuáles? 

M: La posibilidad de pensar mucho más el mensaje: qué quieres decir, cómo lo pondrás… Puedes elaborar textos mucho más reflexionados que siguen pareciendo naturales. 

F: Hay parejas que establecen vínculos estando incluso en un mismo espacio. En una reunión o en la misma casa se envían un sms, un WhatsApp o un mensaje porSkype
Un poco exagerado ¿no? 

F: No lo veo así. Es como un gesto de cariño o de deferencia… Un detallito. Es como guiñar el ojo.
Hoy mucha gente usa WhatsApp y parece impensable que uno de los miembros de la pareja no lo tenga… 

M: Las parejas estables acostumbran a coincidir en el tipo de servicios que usan e incluso en si tienen o no contestador en el móvil porque son dinámicas que se crean y negociaciones internas de la pareja. Pero también es verdad que si la prioridad es la pareja igual seguirás usando un servicio que te parece obsoleto si tu pareja no se pasa a uno más actualizado.
¿Los correos electrónicos se usan de forma más fluida cuando la relación está más consolidada? 

F: No necesariamente. Requieren unas capacidades expresivas que no todo el mundo tiene ni a todo el mundo le gustan. Muchas parejas usan el correo para enviar información, para planificar las vacaciones, para mostrar fotos… Y algunas, pero de forma minoritaria, también hacen reflexiones sobre la relación. A parte del uso práctico, es un espacio más reflexivo en cuanto a las emociones porque permite tomar distancia, sentarte y pensar lo que se quiere decir. Es como una carta de antes, aunque aún hay gente que sigue escribiendo cartas.
¿Las cartas han quedado sustituidas por el correo? 

F: Sí, en parte ha sustituido la reflexibilidad que daba la escritura porque no deja de ser un medio escrito. Pero en lugar de ante un papel es sentarse delante de una pantalla en blanco, permite pensar lo que quieres decir, corregirlo…
¿Estos nuevos usos de las TIC no nos hacen más cobardes porque nos ahorran decir las cosas a la cara? 

F: No creo. Posiblemente a los que son cobardes las TIC les facilitan según que cosas (risas). Y los que creen que hay cosas que se deben decir cara a cara lo siguen haciendo... aunque es cierto que puede potenciar la pereza o una comunicación que cara a cara. Pero el prestigio que tiene la comunicación cara a cara está muy por encima del que tiene la comunicación mediada y muchos dicen “esto nunca lo diría por e-mail”. 

M: Si no eres suficiente valiente como para dar la cara acudes a estos canales. Pero en esto supongo que también tiene que ver cómo de sólida o de larga haya estado la relación. Si es un rollete es más fácil hacerlo de esta manera. Y seguro que hay alguna persona que no acaba de entender totalmente los códigos y encima no solo corta contigo por correo sino que además lo pone en tu muro del facebook o de tuenti.
Pero si que hay quien usa medios como el e-mail para cortar la relación. 

F: Sí… El correo electrónico te permite coger más distancia y explicar las cosas de otra manera y quizás facilita según qué tipo de declaraciones. Igual que se usa para decir “cariño, te quiero” también se puede usar para ir preparando el terreno con un “estoy hasta las narices, ya hablaremos”.

lunes, 20 de febrero de 2012

Hasta 12 áreas del cerebro podrían estar involucradas en el AMOR

Hasta 12 áreas del cerebro humano están involucradas en el sentimiento del amor, una emoción que provoca alteraciones neuronales en áreas del cerebro relacionadas con la percepción y que, según diversos estudios, no tiene el mismo comportamiento en el cerebro de hombres y mujeres, ha explicado el director del Área de Cultura de la Sociedad Española de Neurología (SEN), el doctor Jesús Porta-Etessam.

La aplicación de las técnicas de neuroimagen han permitido determinar gran parte de los circuitos cerebrales, las estructuras neuronales y los neurotrasmisores que hacen que la gente se enamore. "Las técnicas de neuroimagen han permitido acercarnos al conocimiento de muchas de las conductas que caracterizan a los seres vivos", explica este experto.

Estas investigaciones también apuntan a que tanto el amor como la fidelidad poseen una clara base neurológica, donde neurotrasmisores como la adrenalina, la dopamina, la serotonina, la oxitocina, vasopresina, etc. son elementos fundamentales para comprender por qué nos enamoramos.

En la última década, se ha publicado un importante número de estudios que han puesto al descubierto el papel que juegan varias partes de nuestro cerebro (el hipotálamo, la corteza prefrontal, la amígdala, el núcleo accumbens, el área tegmental frontal, etc.) en el amor.

Gracias también a la utilización de técnicas de neuroimagen, se ha determinado también que la actividad neuronal es distinta según se trate de amor, apego a la pareja o deseo sexual, por lo que nuestro cerebro no se activa de igual manera en las relaciones duraderas que en las etapas iniciales de enamoramiento. Y que el cerebro de los hombres y el de las mujeres experimentan el amor de forma distinta.

Porta-Etessam señala que "mientras que los hombres, cuando se enamoran, parecen tener una mayor actividad en la región cerebral asociada a los estímulos visuales, en las mujeres se activan más las áreas asociadas a la memoria".

Otros estudios muestran que sólo tardamos medio segundo en enamorarnos o que el sentimiento amoroso provoca alteraciones neuronales en áreas del cerebro relacionadas con la percepción, lo que puede explicar el hecho de que las personas enamoradas encuentren a su pareja mucho más especial que el resto.

"Una de sus múltiples investigaciones al respecto, muestra que tanto el amor como el odio estimulan algunas de las mismas regiones cerebrales. Pero mientras el amor parece inhibir parte de las zonas donde se procesan las ideas racionales, el odio las hiperactiva", concluye Porta-Etessam.

Uno de cada tres pacientes con cáncer necesita atención psicológica para afrontar su enfermedad

 El 30% de los pacientes de cáncer necesita atención psicológica, "puesto que el diagnóstico y los tratamientos son una fuente de estrés muy intenso", reconoce Marta de la Fuente, psicooncóloga del MD Anderson Cancer Center Madrid, centro que ha puesto en marcha un programa gratuito de Psicooncología para pacientes y familiares.

   No obstante, esta experta ha precisado que "a todos los pacientes oncológicos les vendría bien un apoyo psicológico". "En un proceso oncológico, el tratamiento médico es muy importante, pero no se puede descuidar el día a día del paciente ni su calidad de vida", ha añadido.

   Ante un diagnóstico de cáncer las reacciones más habituales van desde  taquicardias, sudoración o dificultad para respirar hasta irritabilidad, aislamiento social, trastornos del sueño o abuso de sustancias. Además de miedo, rabia, incertidumbre, frustración, angustia o tristeza.

   De esta manera, con el fin de atajar estas reacciones, el psicólogo ayuda al paciente a recuperar su equilibrio y a afrontar mejor su enfermedad. "Se trabaja desde la aceptación y la búsqueda de alternativas. El apoyo emocional se centra en el manejo y disminución de las emociones negativas a través de habilidades de comunicación y técnicas específicas", ha argumentado la psicooncóloga del MD Anderson Cancer Center Madrid.

   En concreto, el programa de Psicooncología consiste en talleres de cocina, relajación, imagen corporal, risoterapia, autoestima y musicoterapia. Además de sesiones informativas sobre cómo vencer juntos al cáncer, la importancia de la dieta, el manejo del estrés o los cuidados de la boca.

   "Estos talleres pueden disminuir distintas emociones negativas como incertidumbre, indefensión, inseguridad, culpabilidad, vergüenza, injusticia. También ayudar a reducir preocupaciones relacionadas con la enfermedad, sus tratamientos y efectos secundarios", ha explicado esta experta.  

   Por último, la psicóloga ha resaltado el papel que juega la familia en el proceso oncológico. "Los tratamientos son largos y no solo sufren los pacientes, tenemos que hacer especial hincapié en los familiares y cuidadores, ya que ellos también precisan ayuda, información y asesoramiento para ser capaces de ayudar al paciente y, a su vez, poder manejar su propio estado emocional", ha concluido.