Es la eterna pregunta, lo que ha hecho deshojar miles de margaritas y lo que parece que, al fin al cabo, engancha de verdad a las mujeres. Pero, ¿me quiere o no me quiere? De verdad ¿le gusto? Nada hay más sugerente que la incertidumbre.
Una investigación sugiere que las mujeres se sienten más atraídas por los varones cuyos sentimientos hacia ellas no están claros.
Cuántas veces ellas se quedan prendadas del chico más difícil, del que da una de cal y otra de arena, del que todavía no le ha hecho una mínima insinuación cuando todo indicaba que ya no iba a esperar más...
Parece un tópico, pero según un estudio realizado por psicólogos americanos, esta idea tan manida esconde una gran verdad. Las mujeres se sienten más atraídas por un hombre cuando no están seguras de lo que él siente. La investigación aparece publicada en la revista Psycological Science, de la Asociación para la Ciencia Psicológica de EE.UU.
Tener dudas acerca del interés del otro, aumenta el nuestro.
Muchas investigaciones psicológicas están de acuerdo en que, generalmente, a una persona A le gusta otra persona B tanto como crea que a B le gusta ella. Los responsables de la investigación, Erin R. Whitchurch y Timothy D. Wilson, de la Universidad de Virginia, y Daniel T. Gilbert, de la Universidad de Harvard, lo explican de una manera muy simple con dos personajes: Bob y Sarah. «Si queremos saber cuánto le gusta Bob a Sarah, una buena forma de predecirlo es saber cuánto cree Sarah que ella le gusta a Bob», afirman. Pero, ¿qué ocurre si Sarah no está segura de cuánto le gusta a Bob? Esto hará que ella invierta un montón de tiempo en pensar en él, preguntándose qué es lo que siente, lo que lo convertirá ante sus ojos en alguien más atractivo cuanto más se mortifique por él.
Para confirmar esta idea, los investigadores ofrecieron a 47 chicas, todas estudiantes universitarias, participar en un curioso estudio. A las voluntarias se les escondió el objetivo final del experimento -creían que se trataba de una investigación para estudiar si Facebook podría funcionar como un lugar de citas online- y se les dijo que el perfil en internet de cada una de ellas había sido visto, junto con el de otras quince o veinte chicas más, por estudiantes varones de otras dos universidades.
A las chicas se les enseñó los perfiles falsos de Facebook de cuatro chicos, aunque ellas pensaban que eran reales. A algunas de las chicas se les dijo que les habían enseñado los perfiles de los varones que estaban más interesados en ellas; a otras que eran los perfiles de chicos interesados medianamente en ellas; y a un tercer grupo se les dijo que los hombres podían estar o muy interesados o que podrían tener cierto interés, de forma que ellas estaban totalmente perdidas.
La duda, remedio infalible.
¿Qué ocurrió después? No hay que ser un psicólogo con título para llegar a la misma conclusión. Las mujeres que creían que los hombres suspiraban por sus huesos se sintieron más atraídas por ellos que las mujeres que creían que los chicos las habían puesto en el montón dentro de sus preferencias. Sin embargo, las mujeres que encontraron más atractivos a los hombres fueron aquellas que pertenecían al grupo de las que no estaban seguras de si esos chicos «iban por ellas» o no.
Las mujeres del estudio tomaron sus decisiones con muy poca información sobre sus potenciales parejas, pero en unas circunstancias no muy alejadas de las que se producen en un sitio online de citas. «Cuando las personas se encuentran por primera vez, puede que el consejo popular sea el correcto: mantener al otro en la oscuridad acerca de lo mucho que nos gusta puede incrementar la cantidad de pensamientos que tenga hacia nosotros y despertar su interés». Palabra de experto.
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