- El psicólogo italiano Giorgio Nardone describe los guiones sentimentales que siguen las mujeres cuando buscan a su pareja y los errores que cometen.
- Hay patrones surgidos en los últimos tiempos, que conviven con los tradicionales.
¿Y ellos qué?, ¿cuáles son los errores de los hombres? Estas serían las preguntas que haríamos ante una 'acusación' como la formulada por el psicólogo Giorgio Nardone al abordar los errores que cometen las mujeres en el amor sin aguardar a saber exactamente a qué se refiere.
En las mujeres, el mecanismo del deseo cambia con el paso de los años. Tras años de consulta, experiencia e investigación, este terapeuta italiano ha reunido una serie de guiones sentimentales que, según él, siguen muchas mujeres cuando es el amor lo que anda en juego. Desde los surgidos en los últimos tiempos (por los cambios de roles), como sería ese patrón que siguen las mujeres ejecutivas hasta las más antiguas, las que ejercen de hadas o buscan su príncipe azul. Su recién publicada obra Los errores de las mujeres en el amor (Paidós) da buena y exhaustiva cuenta de todos ellos. Damos un paseo por algunos.
El hada
La mujer empeñada en parecer perfecta, inteligente, adorable, maravillosa y sin un ápice de hueco para el fracaso. Siempre encantadora, nos dice Nardone, "su limitación más evidente le viene dada por su incapacidad de comenzar y mantener una dinámica conflictiva en el interior de la relación". Y es que su afán de perfección y buena apariencia se le vuelven en contra. Porque en los cuentos de hadas todo termina bien y eso es lo que ella busca para su plácida existencia. "Por desgracia, a menudo elige parejas complementarias –señala el psicólogo–, una persona maleducada movida por las pasiones más negativas".
Tras el príncipe azul
Buscando el príncipe azul se puede acabar con hombres sin escrúpulos y a veces con desequilibrios Es probablemente la que más conocemos todos. Parece pasado de moda, pero no nos engañemos: el guión sigue en pie. "Es una mujer que tiene una elevada estima de sí misma y se cree en disposición de poder apuntar alto". El drama estriba en que los príncipes azules viven en los cuentos y su búsqueda de un hombre que la haga sentir eternamente fascinada y protegida caerá en saco roto. Así que suelen conformarse con el menos malo. Al no colmar su ansia de amor azul siempre estará buscando y, según el psicólogo italiano, "se transforma por lo general en depredadora de príncipes, es decir, en aquella que lo hace todo para seducirlos". Que termine con hombres sin escrúpulos y a veces con desequilibrios no es, al parecer, extraño. Y ella, la princesita sin príncipe, pondrá todo su empeño en transformar al sinvergüenza.
La seductora
Pasa por ser uno de los modelos favoritos de los hombres. Es la mujer hechicera y con una sensualidad cercana a lo irresistible. ¿Cuál es el problema aquí? Nardone da la respuesta: "A la pareja de una seductora se la condiciona a vivir constantemente bajo la espada de Damocles de la infidelidad". Un rol hasta no hace tanto más propio de ellos.
La amazona
Mujer de éxito y una seguridad abrumadora ejerce de líder hasta en sus relaciones sentimentales. Algo que padecieron las mujeres durante siglos y que, en mucha menor escala, claro está, sufren (eso sí, por elección) los compañeros de estas féminas. Hombres que acaban sintiéndose inferiores al lado de mujeres tan excesivas. Nardone dice que, frustradas ante los abandonos que suelen sufrir, acaban refugiándose en su profesión, donde encuentran la mayoría de las satisfacciones.
La camaleónica
La ejecutiva suele decidir todo por todos La otra cara de la moneda de la mujer anterior. Es la sumisa y siempre dispuesta a seguirlo y potenciarlo a él. Su fin es no tener que decidir jamás y vivir así en la calma de la rutina y el camino trazado. ¿El problema? "En la relación se reducen a cero los efectos sorpresa que rompen la tediosa rutina".
La ejecutiva
La mujer que sigue este patrón suele decidir todo por todos. Lo habitual es que sus parejas sean hombres desapasionados acostumbrados a estar hiperprotegidos por su familia. Se invierten los papeles de los cuentos de hadas: ella es la que protege y marca el camino. Y es que en un mundo donde ellos han trazado casi siempre la línea era de esperar que alguna vez el comportamiento se las volviera en contra.
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"Al principio de una relación el deseo funciona igual en ambos sexos", nos dice la sexóloga Sylvia de Béjar, autora de Deseo (Planeta). "Pero esto en las mujeres varía con el tiempo, y en ellos, no, según las últimas investigaciones". Y explica: "Lo que pone en marcha a la mujer no es el deseo anticipatorio y visual (como les ocurre a ellos), sino las ganas de acercarse a su pareja por amor".
Y hay más, un consejo para los hombres: "A las mujeres se las enciende desde una posición más racional y emocional. Es un error esperar que les pase lo mismo que a ellos".
Fuente: www.20minutos.es
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